Hola chicos/as:
Hoy hemos dedicado nuestro taller de emociones a elaborar nuestra propia botella de la calma. Para ello hemos utilizado agua caliente con azúcar (también se puede utilizar cola transparente), glicerina líquida, tinte alimentario y purpurina de varios colores. Hemos mezclado todos los ingredientes y el resultado ha quedado muy chulo.
La botella de la calma nos sirve para entender cómo funciona nuestro cabeza cuando estamos enfadados, tristes o frustrados, ya que en estas situaciones los pensamientos suelen moverse por sí solos de un lado a otro, y a veces nos resulta muy difícil calmarnos.
¿Cómo la utilizamos? La agitamos con energía y observamos cómo se mueve la purpurina mientras dejamos la botella apoyada en la mesa. Así vamos observando atentamente los movimientos que hacen el agua y la purpurina, y cómo ésta se va posando despacio en el fondo. Aproximadamente en 2 minutos, toda la purpurina se queda en el fondo y el líquido se queda en clama, siendo este el tiempo justo que necesita nuestro cerebro para calmarse.
Os dejamos aquí algunas de las fotos que hemos hecho. Esperamos que os gusten y que os animéis a hacer vuestra propia botella de la calma.
Hoy hemos dedicado nuestro taller de emociones a elaborar nuestra propia botella de la calma. Para ello hemos utilizado agua caliente con azúcar (también se puede utilizar cola transparente), glicerina líquida, tinte alimentario y purpurina de varios colores. Hemos mezclado todos los ingredientes y el resultado ha quedado muy chulo.
La botella de la calma nos sirve para entender cómo funciona nuestro cabeza cuando estamos enfadados, tristes o frustrados, ya que en estas situaciones los pensamientos suelen moverse por sí solos de un lado a otro, y a veces nos resulta muy difícil calmarnos.
¿Cómo la utilizamos? La agitamos con energía y observamos cómo se mueve la purpurina mientras dejamos la botella apoyada en la mesa. Así vamos observando atentamente los movimientos que hacen el agua y la purpurina, y cómo ésta se va posando despacio en el fondo. Aproximadamente en 2 minutos, toda la purpurina se queda en el fondo y el líquido se queda en clama, siendo este el tiempo justo que necesita nuestro cerebro para calmarse.
Os dejamos aquí algunas de las fotos que hemos hecho. Esperamos que os gusten y que os animéis a hacer vuestra propia botella de la calma.
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