TRABAJO DE LENGUA CASTELLANA   (expresión escrita y expresión oral)

Hace un par de meses, dentro del ámbito lingüístico, les propuse a los alumnos/as del aula trabajar la expresión oral y escrita desde el hilo conductor en que ellos se mueven: la jardinería.

El maestro de taller me informó a cerca de los temas que iban a trabajar a lo largo del curso: la poda; preparación de la tierra: escardar, arar y abonar; tipos de reproducción, viveros; …

Para comenzar, eligieron el tema de la poda.

El proyecto estaba dividido en varias partes: una para trabajar la expresión escrita (guion) y otra para la expresión oral (vídeo).

Primero, debían buscar en pequeños grupos información general sobre el tema de la poda ajustándose a un guion que yo les planteé para que no “se perdieran por el ciberespacio”. La información que debían buscar incluía además de la información general, visionado y selección de vídeos sencillos en los que se hablara sobre la poda.

Una vez recogida toda la información, cada grupo debía presentarla al resto de la clase y entregar su guion correctamente redactado.

Dedicamos varias sesiones a ver los vídeos y a aprender a hacer críticas constructivas sobre los que habían seleccionado fijándose en la expresión oral, (información que se daba, lenguaje que se utilizaba, vocabulario, “muletillas”), expresión facial y gestual, vestimenta, movimientos de la cámara, sonido del vídeo,…

Después, cada grupo con su guion, debía realizar un vídeo explicativo de la información recogida en internet, teniendo en cuenta que todos/as los miembros del grupo de una forma u otra tendrían que hacer su aportación en ese vídeo, aunque sin pautas ni “reparto de papeles” por parte de la profesora y tomando como referencia los que habíamos visto y el análisis constructivo que habían hecho. Ellos iban a ser los guionistas, presentadores, cámaras y editores de su propio vídeo.

Se les entregó una cámara para que pudieran hacer prácticas de imagen, sonido, gestos, expresión oral…

Cuando tuvimos suficiente material  “de práctica” grabado por cada grupo, analizamos todos los vídeos recogiendo “aspectos positivos” y “aspectos a mejorar” (en cuanto a la información, imagen, sonido, que todos aportaran algo…).

 Cuando se sintieron suficientemente preparados para hacer la grabación definitiva, buscamos el día… y ¡a grabar!

Entre “empieza”, “corta”, “repite”… nos juntamos con un montón de material. ¡Otra vez tocaba seleccionar entre todos/as las tomas que más se ajustaran a su idea inicial de la presentación!

Gracias a la colaboración de Mikel, un alumno de prácticas, conseguimos un programa editor de vídeos bastante sencillo para que los alumnos/as pudieran utilizarlo de manera autónoma. Él les explicó cómo abrir y guardar el proyecto, cómo unir los diferentes vídeos en el orden que ellos habían decidido pero siguiendo una estructura lógica según la información que querían transmitir, cómo introducir textos y diferentes efectos entre cada vídeo, cómo ponerle sonido en las partes elegidas…

Ha sido un trabajo duro y largo, con muchos enfados de por medio porque al principio resultaba bastante difícil asumir las críticas de los demás (aunque la premisa era que fueran constructivas) … pero lo han conseguido.

El trabajo cooperativo y en equipo, que muchas veces trabajando con el alumnado nos parece casi un imposible, ha sido fundamental para alcanzar el objetivo.

Aquí os presentamos el resultado final:






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